17 mayo, 2011

¡Chiquito gordito, chiquito bonito!

Escuchando la noticia de que nuestro Ministerio de Salud, está preparando un nuevo reglamento, que controlará la sal y el azúcar en los restaurantes, y que en conjunto, con el Ministerio de Educación, pondrán una nueva norma que restringirá las bebidas energéticas, gaseosas y envasadas que contengan como primer ingrediente el azúcar, así como frituras y productos con aceite, manteca vegetal o de cerdo, de las escuelas y colegios de nuestro país; me lleno de alegría, porque si usted estuvo en la escuela hace unos 25 años, puede recordar, tal y como yo lo hago, que no se tenían mas que “picaritas” brincando de sal, gallos de carne con buena manteca, y empanas sumergidas una y otra vez, en aceite; acompañadas de un fresco bien dulce en el mejor de los casos, pero sí tenías algo de plata, te comprabas una Coca-Cola.


Claro en aquellos años, cuando uno se comía lo que fuese y se creía súper chico o súper chicha, ya que nada te podía afectar y obviamente, en lo último que pensabas era en que te podías engordar o enfermar. 
Pero bueno, uno cambia, los años no paran, y los hábitos que se adquieren de niños, marcan la vida de las personas. Por eso, si usted tiene hijos, y no quiere que se enfermen, es mejor que vaya cambiando su manera de cocinar, y empiece a vigilar lo que se come en su casa, cuanta grasa le agrega a sus platillos, cuantos carbohidratos sirve un solo tiempo de comida; porque puede que usted este criando, a quienes engorden la cifras de la llamada epidemia del siglo XXI, la obesidad.

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